El miedo al fracaso: ¿Qué pasa si su hijo pierde? 2020

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"El miedo al fracaso: ¿Qué pasa si su hijo pierde?"



En el deporte contemporáneo, tanto a nivel escolar o profesional, hay una polarización sobre las realizaciones ganadoras, los héroes aplaudiendo, "hombre-del-partido 'performances, ahorro de tratar con fuerza, celebraciones de la victoria hasta bien entrada la noche y, como dice el dicho, "Nadie recuerda que llegó segundo." Si bien esto puede ser cierto para algunos casos, casi todo el mundo recuerda la persona que perdió la pelota servida o cometió un error fundamental dar la victoria y el botín de guerra a la oposición.

Si un niño experimente ser etiquetado como un "fracaso" o de ser acusado de cometer un error que le costó el juego, que será, obviamente, tener un efecto a largo plazo sobre su participación en el deporte. El deseo de evitar esa humillación tendrá un efecto duradero en la experiencia de si o no se perciben como un fracaso de ese niño. Como era de esperar, todos los deportistas y las mujeres hacen todo lo posible para evitar ser avergonzado y con la percepción de ser un fracaso se cierne sobre su cabeza.

El miedo al fracaso (FoF) se define como un "motivo de evasión basada en la vergüenza" de las situaciones de evaluación (Sagar et al., 2010). Como el anterior, las experiencias negativas de la pérdida, acompañada de culpa y la humillación pública, y se evitan activamente, ya que provocan un sentimiento de vergüenza por ese atleta que quieren escapar. Los niños pueden presentar con el siguiente pensamiento;

"Yo no quiero jugar el deporte de competición, porque la posibilidad del fracaso y la humillación es demasiado grande."

Los niños también pueden temer el fracaso, ya que no quieren decepcionar a la gente importante. La evaluación del desempeño de los amigos, entrenadores y padres de familia puede tener una enorme influencia en los sentimientos de humillación, la decepción y la vergüenza de un niño. El valor de la aprobación de la cifra significativa puede ser tan importante como la propia evaluación de los atletas de su desempeño.

En el fin de tener éxito, todos los atletas están poniendo en riesgo personal de fracasar y tener que reconocer que o bien cometieron un error o tiene una debilidad que los detuvo. La mejor respuesta a la retroalimentación negativa o crítica es abordar el futuro desempeño como un reto o una oportunidad. Sagar et al. (2010) sugieren un "enfoque problema-centrado" para hacer frente a los errores o fallas en lugar de insistir en las emociones negativas.

Hablar con su hijo sobre sus propias expectativas de rendimiento y sus creencias acerca de SUS expectativas como padre es una conversación difícil pero valioso tener. Los padres pueden desempeñar un papel crucial al cuestionar cómo su niño construye sus expectativas, ¿son realistas y que son alcanzables? Hablar de entrenamiento, partidos y de cara a futuros desafíos como oportunidades en lugar de posibles sitios para la vergüenza o humillación hace hincapié en la importancia de una "Maestría-enfoque" con el deporte (Eliot, 1999). Cuando los atletas o los niños frente bien a la presión y están bien soportados que se sientan competentes y con confianza en el futuro "situaciones evaluativas; empezar poco a poco con expectativas realistas puede aumentar la autoestima, sobre todo cuando se han encontrado con fallas u obstáculos en el pasado.

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