Amar El Dinero Es Malo Ségun La Biblia

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Amar el dinero es malo. La Razón Del porqué

Basado en la Biblia. El dinero es bueno, pero el amor al dinero es malo. La Biblia nos dice que el amor al dinero es la raíz de todos los males. Para aquellos que aman el dinero por encima de 
todo, no tendrán paz en la vida. Amar el dinero como un fin en sí mismo es una ilusión falsa de 
que los resultados en peligro y la corrupción. Amar el dinero puede resultar en la pérdida de 
nuestra alma. Vea a continuación el comentario bíblico y asesoramiento en amar el dinero.

Amar el dinero

Amar el dinero es la raíz de todo mal.

La Biblia dice que el amor al dinero es el inicio de todos los males. Los amantes de dinero ponen 
su fe en las cosas materiales de este mundo por encima de poner su fe en su Creador, que creó 
todas las cosas. Esta es la lujuria, el pecado y el mal, que nos separa de Dios.

Ver Comentario Escritura: primero Timoteo 6:10 nos informa que el dinero es la raíz de todo 
mal.

Amar Dinero y sobreabundancia nos quita la paz de la mente.

Para aquellos que aman el dinero por encima de todo, no tendrán paz en la vida. Dios desea 
bendecirnos económicamente, pero sólo si trabajamos duro y poner las cosas espirituales por 
encima del dinero.

Ver Comentario Escritura: Eclesiastés 5:12 nos informa que la abundancia de los ricos no van a 
sufrir a dormir.

La acumulación de riqueza Únicamente para el amor del dinero es lleno de peligro y 
corrupción.

Amar el dinero como un fin en sí mismo es una ilusión falsa de que los resultados en peligro y la 
corrupción. El dinero y la riqueza son temporales y sólo puede hacerse cargo de nuestras 
necesidades materiales, temporales. El dinero, las riquezas y tesoros no son nuestros dioses, ya 
que pueden descomponerse, depreciación, óxido, perder todo su valor, e incluso ser robado.

Ver Comentario Escritura: Mateo 6:19 nos aconseja no acumulamos para nosotros tesoros en la 
tierra.

Amar tanto el dinero que se pierde su alma.
La Biblia es clara en que es una mala elección de amar el dinero y las cosas materiales por 
encima de todo. Dios nos da opciones en la vida, pero también nos advierte de las 
consecuencias de nuestras elecciones.